domingo



… y mientras deslizaba timidamente su pie entre las sábanas pensó que tal delicado movimiento pudiera significar tanto para ella. Tras ello llegó a su destino, otra piel, o tal vez no otra sino la piel que le complementaba. Parecía algo realmente vanal, algo sin sentido, pero sabia que con tan solo el roce de su pie con el cuerpo de quien yacía a su lado podía darle un resguardo lo suficientemente fuerte como para sentir su protección toda la noche.
Cosas tan “tontas” como apoyar el pie en su pierna, rozar con el exterior del brazo su espalda o sentir cada una de sus respiraciones sirve para saber que la protección existe, el calor sigue siendo el mejor nexo de unión.

PROTECCIÓN. Algo así como un comodín, como sentirse en casa, como la seguridad de que a tu lado todo está bien, nada puede pasarme lo suficientemente grave como para llegar a herirme por dentro. Creo que muy pocas veces he dicho algo así, creo que en el fondo de este cuerpecín mio el miedo me hace pensar que debo ser autosuficiente, pero tal vez sea una de las características que te hace más especial que el resto, que te hace más única que nadie, que te hace ser reflejo de mis sueños, la realidad corpórea de mi destino.

¿Te lo había dicho alguna vez?
NBs

No excuses

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