Uno de esos juegos consistía en escribir todas las palabras que pudiéramos durante unos segundos, sin que guardasen relación entre ellas, y tal vez lo recuerdo porque gané y me gustó ganar en algo así!
Palabras al azar? Curiosamente, he vuelto a hacer ese ejercicio alguna que otra vez, y siempre termino encontrarle cierto sentido. Es como que uno se esfuerzas en soltar palabras rápidamente y evidentemente tu coco saca todas aquellas que están dentro de ti… resultado: algo en común tienen, salen de la misma máquina, y tal vez… solo tal vez… esa materia gris siempre trabaja en lo mismo.
Ahora no sé si mi victoria fue por contabilizar aquellas palabras, o consistió en algo mucho más elaborado. (A saber lo que soltaría mi materia gris en aquel momento)
Sólo sé que en los días en los que no me encuentro muy animada no me gusta hacer ese tipo de juegos, imagino que no me gustaría leer palabras desalentadoras o que puedan dejar intuir cierto fracaso.
Pero siempre me gusta “hacer el tonto” y fabricar frases sin sentido, frases cargadas de locura o de insensatez, tal vez mentiras o simplemente enlaces de palabras que no van a ningún sitio: Treinta y tres perros cocinan caminando en el fondo del mar!!
Si te paras un segundo, es gracioso imaginar como si se tratasen de dibujos animados a un montón de perros cocinando, batiendo huevos o pelando patatas en el fondo del mar mientras se cruzan con caballitos de mar, estrellas fugaces o unicornios pastando en el fondo del mar… ¿Por qué no?
Escuchar sin oídos
Hablar sin voz
Tocar sin tacto
Escribir sin leer
Amar sin corazón
Tropezar sin piedra
Querer sin nadie
Calor sin abrigo
Melodías sin sonido
Pinturas sin cuadro
Ideas sin expresión
Ser sin estar
Estar sin ser
Ser sin ser
Estar sin estar