Balón prisionero.
No sé si con los años vamos perdiendo grandes recuerdos de lo vivido hace mucho tiempo, tal vez sólo vayamos conservando aquellos recuerdos que son realmente importantes o que en cierto modo nos han hecho crecer o aprender o alguna cuestión importante de esas… (la felicidad de los amnesícos, tal vez??? cierta amnesia positiva???)
Hoy me he acordado de todas las veces que jugué en mi infancia a “Balón prisionero” creo que en aquella época uno de nuestros sueños es que aquel juego se convirtiese en deporte olímpico, o algo aún mas grande, pues éramos realmente profesionales, y lo dábamos todo en aquellos juegos en el patio del colegio o en cualquier plaza grande, que invadíamos, y hacíamos nuestra durante horas.
Con esa buena sensación al imaginarme en el patio del colegio con todos mis amigos y dejándonos la piel en el juego, he caído en un pequeño detalle. Tal vez casi sin importancia… cierto. Tal vez casi una tontería… cierto. Tal vez, un pensamiento importante de esos que conseguimos ir guardando con los años.
Recuerdo como elegíamos los equipos y siempre rodeada de mis “mejores compañeros” formábamos el equipo “invencible”, pero recuerdo como el hecho de ir viendo “caer” a mis compañeros era algo que me entristecía y que en cierto modo, no quería que ocurriese nunca. No quería quedarme la ultima en el juego y tener que defenderme de todos los demás, uf… me aterrorizaba! Necesitaba a mi equipo para sentirme más fuerte.
Y así fue como esa noche, mecida de
mil drogas difusas
, pensando y pensando, de un pensamiento a otro con un enlace mínimo, llegué a la conclusión de que esto… realmente… sigue siendo un juego de niños, pero es …. tan parecido a la vida……………………………………….
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