Aún me golpean dos hendiduras de luz
Una de pupila a pupila
otra de comisura a comisura
de mis labios cuando forman una sonrisa
“Las dormidas”. Sueño con ellas
cada noche que mi almohada
no encuentra simetría
el estar colocadas
de la misma forma y medida
a la misma altura y
en la misma posición
a uno y otro lado
del eje, un punto o un plano.
(Cogidas de la mano en la cama
frente a frente
con los ojos abiertos
las dos con la misma sonrisa
las dos con las rodillas flexionadas
las dos amando al unísono,
entreabriendo los labios a la par...
fundiéndose los espejos
siendo las manos de lava
que queman tu piel...)-.
Poco a poco el foco de luz crece
hasta iluminarme de pies a cabeza
cuando mi alma gemela
a buscarme aparece
y sus puentes de sol se estiran
para ofrecerme un abrazo.
Retomando instantes anteriores
-yo en la cumbre, mirando al cielo;
Disfrutando del eco de tus párpados-.
Volteando tu vestido blanco
mientras bailas al timbre de piano
Sin ruido de fondo,
con alas de escayola,
añil brillante sobre los ojos
y un cielo tan, tan iluminado...
El alivio de un sueño perfecto
que reverbera en mi pecho
soltando todos sus pecados.
Tumbada en el jardín alzo mis manos para intentar cogerte
mas tu sigues y sigues danzando mientras yo feliz sonriéndote.
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